Constructora Lm&p Ltda.

Acudieron rápidamente a realizar las mediciones y confeccionar el presupuesto el cual es muy formal y detallado.

En un comentario anterior (hace 1 mes) he puesto 5 estrellas pero en realidad quiero expresar que finalmente no son un servicio que merezca dicha puntuación. por los siguientes motivos:

1.- No cumplen los plazos establecidos. El servicio contratado, según los plazos calculados por la empresa, excedió con creces el tiempo acordado lo que deriva finalmente en gastos innecesarios por parte de uno como cliente.

2.- No cumple con gestionar a profesionales idóneos. Si bien cada persona subcontratada por la empresa hizo su mejor esfuerzo en orden a sus potencialidades, muchos detalles estuvieron a cargo de ayudantes o personas que pertenecían a otra especialidad.

3.- Falta de permanencia en terreno. La persona que supuestamente coordinaba en terreno se ausentó en múltiples ocasiones de la obra generando problemas que resultaban en demoras y/o pérdidas de material. por otro lado daba pie a que ocurriesen otros desajustes como consumo de sustancias.

4.- Problemas con la elección de materiales de terminación. Ni la pintura cumplió con los colores pedidos, ni la cerámica con el tono, ni la alfombra con lo que se había conversado. El contratista actuó en base a hechos consumados y si bien se entiende la situación de la pandemia y la escasez de materiales no hubo comunicación previa dejando escaso margen a reaccionar y debido a la demora de la obra en general la opción de esperar más tiempo se veía poco viable.

5.- Desorden de las etapas de trabajo. Si bien es cierto que se fueron sumando trabajos a lo acordado en primera instancia el poco manejo de la obra en general no permitió ir cerrando por etapas pues se saltaban de lo exterior a lo interior o de un piso a otro generando daños a lo ya construido y con ello demorando todo el proceso.

6.- Consumo de sustancias. Si bien en un principio tuve una postura que denotaba flexibilidad, el consumo se fue acrecentando hasta hacerse palpable en el desarrollo del trabajo. Pilares claramente chuecos, marcos de ventanas y puertas descuadrados, cerámicas mal colocadas que debieron ser cambiadas en dos ocasiones, pastelones puestos sin estar debidamente fraguados, ropa sucia tirada todo el tiempo, loza sin lavar y hasta con restos de comida dejados de un día para otro son unos pocos ejemplos. Cuando pedí explicaciones se me prometió que no volvería a ocurrir pero finalmente hasta el mismo encargado consumía en la obra y me planteó que no podía negarle aquello a los trabajadores pues era parte de los acuerdos convenidos con ellos.

7.- Daños colaterales. en la primera semana de trabajo se me entregaba una minuta con lo que sería el desarrollo de la obra cada día, por tanto podía hacerme una idea de lo que hacía falta por resguardar para evitar daños en objetos o muebles, de hecho yo mismo desarmé y resguardé elementos en orden a los requerimientos de la obra. A partir de la segunda semana y con la ausencia del jefe de obra la situación era tan aleatoria que era imposible tener en vista lo que se iba a hacer y terminó por dañarse mobiliario y objetos delicados. La cerámica de la entrada se dañó visiblemente debido al uso de soldadura al arco, Las sillas del comedor terminaron con el tapiz arruinado, los sillones y sofá cubiertos de polvo, yeso o pintura. Nunca les negué el uso de elementos propios de la cocina pero fue tanto el descuido que el horno eléctrico terminó por arruinarse y el microondas con problemas en el mecanismo de apertura. El refrigerador quedó en un estado deplorable por dentro y aun cuando le pedí al jefe de obra que reparara en estas situaciones nunca hubo real cuidado sumándose platos y floreros quebrados, ya sea por el uso o por el descuido en su traslado a otra habitación. Añado a todo esto la desaparición del antejardín y la casi extinción de plantas de interior y del jardín trasero. Por otro lado usaron variadas herramientas de mi propiedad, bajo mi venia, pero resultaron destruidas y algunas hasta desaparecieron, solo un alargador fue repuesto. Ante mi demanda de explicaciones por estos hechos el jefe de obra insistió que yo debía asumir estos daños como parte del proceso lo que me parece absolutamente fuera de toda lógica.

8.- No habiendome demorado en el pago de ninguna cuota en el acuerdo y solo habiendo manifestado mi desacuerdo en proceder a un cambio en los estados de avance monetario se me solicitó en más de una ocasión hacer depósitos para poder costear los sueldos de los trabajadores. Una empresa sin liquidez termina siendo un riesgo para los clientes puesto que si no pueden costear sus propios gastos podría darse que la obra se abandone a mitad del camino dejando pérdidas en quienes contratan sus servicios. Por otro lado el pago adelantado me dejó sin margen para exigir la terminación de todos los detalles faltantes que no fueron resueltos. Terminé por firmar la entrega de la obra pues ya no tenía el ánimo de seguir lidiando con las excusas y la victimización de que con esta obra no iban a tener ganancias.

9.- Conclusión. Si bien es cierto que finalizando la obra el impacto de la remodelación nos deja con el dulce gusto de haber finalizado un proyecto, que ciertamente una casa remodelada siempre tiene un efecto de reencantamiento con el lugar que uno habita, que la materialización de lo que uno piensa o sueña promueve una mirada muy subjetiva del resultado no puedo dejar de ser contundente en mi análisis. No podría recomendar a esta empresa a nadie, no si la gestión de quien lidera se mantiene en este estado. Solo espero que puedan mejorar en orden a construir un futuro con sus trabajadores que lo dieron todo pero que no tuvieron un jefe a la altura del proyecto y su envergadura.

Se demoraron como dos semanas más en enviar el presupuesto; sumamente caros sus servicios, en especial el costo de la mano de obra.