Arreglo Casas

Este reclamo va en contra de Jorge Martínez de Camino Mi idea no es dañar a nadie, pero si quiero dejar un aviso fuerte y claro (que ojalá no se borre de la red) en contra de las empresas de remodelación que prometen que saben hacer trabajos que les quedan grandes o no saben realmente como eje cutar. Les voy contando: Se contactó para una remodelación de un departamento en Las Condes, Santiago de Chile. Fue elegido de un grupo de 4 empresas, tras analizar la entrevista personal, las fotos y antecedente de sus anteriores trabajos y los presupuestos presentados. Ninguno se disparaba mayormente en valores. El contacto fue en diciembre del 2018 y el comienzo del trabajo fue a fines de enero del 2019. Nunca pensé que una pesadilla se pudiera llevar a la realidad de forma tan ejemplar y con tanta mala suerte en muchos sentidos. Se pagó el 50% del trabajo, para así poder arrancar con ello lo antes posible. Se prometieron 3 semanas de trabajos, pero yo me quedé con otras 3 semanas en la manga, para en caso que fallara algo o hubieran problemas, y no tuviera que cambiarme a un apart hotel, como finalmente ocurrió. El trabajo consistía en ampliar suelos y techos de 2 habitaciones (moviendo ventanales) y de un living comedor. También había que botar un tabique interno que separaba la cocina del living comedor. La idea era instalar un mesón con banquetas. Otro trabajo era el de hacer un techo de madera y policarbonato en el perímetro del inmueble. El dinero abonado fueron cercanos a los 4 millones de pesos (1 euro= 855 pesos c/u). Desde el comienzo me pareció raro que solo estaban sus hijos, evidentemente sin experiencia, trabajando y picando una loza de separación con el departamento de abajo. Sobre loza de 20 a 25 cms solamente. Algo para un profesional y no para chicos universitarios sin experiencia. Le consulté y me dijo que estaba esperando la llegada de sus "jefe de obra" que estaba en otro trabajo, cosa que saltó de primera sospecha de que esta persona no había dicho la verdad (dijo que estaba en 100% para este trabajo). Desde el principio comencé a preocuparme. Sus maestros demoraron casi una semana en llegar y fueron llegando con cuenta gota, mientras seguía percatándome de muchos detalles, pero yo no se mucho de este rubro, pero aprendí mucho con estos primeros meses del 2019. Sus ideas no eran buenas. Sus bocetos eran de niño de 5 básico. Las soluciones no eran adecuadas para un departamento, pero ya los tenía con el dinero pagado y con la loza rota de lado a lado. Lo dejé seguir, esperando que se fuera viendo la luz al final del túnel. Había que ampliar dos suelos y techos, pero ellos dejaron los suelos desnivelados, las paredes chuecas y los techos con terminaciones (cito a mi amigo arquitecto que vino a las 5 semanas) LAMENTABLES. El techo de madera de la terraza, cortaron unas costillas (fierros de una estructura) y quemaron los ventanales con la soldadura. El trabajo de la madera y su barnizada eran a mi entender muy muy poco logradas. Parecía como si no supieran lo que hacían. La pared que había que botar de la cocina, más la creación de un tabique, abandonado a su suerte y muy mal terminados. Ya a esa altura estaba desesperando. Veía las semanas pasar y cada vez habían más problemas, cosas mal terminadas y materiales rotos del departamento. Cada vez los maestros (así se les dice en Chile) llegaban a el horario que les daba la gana, y a Jorge Martínez lo veía llegar con peores caras de juerga y mal dormido, por decir algo suave. En resumen, rompieron cosas sin necesidad, dejaron un techo del perímetro entero mal terminado, quedaron 4 paredes completamente torcidas, demoraron más de dos semanas en sacar el papel mural de una propiedad de 70 metros cuadrados. Y así podría seguir por mucho enumerando muchas más, pero esta reseña sería eterna. 6 semanas después, traje a unos amigos arquitectos y que hacen remodelaciones (no estaban en Chile lamentablemente) y me dijeron que los sacar ahora mismo y nos les pagara nada. Jorge Martínez entre medio, me había pedido que le pagara un % más "para pagar sueldos", al cual me rehusé de plano indignado con el nivel de cara dura. Ya a esta altura mi indignación era muy alta y había tenido conflictos con él y diferentes personas en la obra. A Jorge lo mandé llamar varias veces y el ya no sabía que más explicar. Se le acabaron las palabras y frases de convencimiento y se vio acorralado. Le entregué así un millón de pesos para comprar fierros para hacer unos perfiles para el techo. Ese dinero nunca lo devolvió y los perfiles nunca llegaron acá. Les pedí que fueran a retirar sus herramientas y se fueran. Les di día y hora y que esto no daba para más. ellos llegaron ese día, dos horas antes de los estipulado (tenían llave), pero me advirtieron con tiempo y llegué justo cuando estaban saliendo del domicilio con dos carros de supermercado lleno de sus herramientas y diferentes cosas que estaban simplemente robando sin más. Los obligué a dejar lo que no era de ellos y se fueran. Nunca más supe de ellos. Lo ocurrido después es otra historia. En resumen, esta persona, Jorge Martínez de Camino, tomó una obra sin saber en lo que se metía. Aceptó un trabajo y me estafó. No dejó nada bien hecho y se quedó con más de la mitad del dinero del presupuesto. La empresa que vino después, constató que él había comprado como materiales lo peor del mercado. Lo más barato (eso no fue lo acordado). Entre la nueva empresa y mis abogados, dejamos constancia en diferentes informes de los destrozos, la total desprolijidad y los daños que dejaron estos seudo profesionales de la construcción. El resultado final es una perdida de tiempo, patrimonio y la destrucción de una propiedad y sus elementos, que se podría haber evitado con un poco de honestidad por parte de esta persona. Si no sabes hacer algo, no pueden decir que si y armar semejante problema como el que armaron. Me demoré unos cuantos meses en animarme a escribir estas líneas. El impacto y el coraje de lo ocurrido aun lo tengo presente. En el mes de mayo, pude recién cambiarme a el depto que estaba a medio terminar. Tuve que pagar 3 semanas de hotel dada toda la demora que implicó solucionar todo lo que habían dejado mal desde un inicio. En algunos casos se tuvo que botar y comenzar de cero. Tengo todo documentado, con fotografías, emails, diálogos de whatsapp, declaraciones de los maestros que vinieron después, dos arquitectos y un reformador profesional de inmuebles. Lo que más dijeron entre todos, es que "NO TENÍAN IDEA DE LO QUE ESTABAN HACIENDO". . TENGAN MUCHO CUIDADO CON JORGE MARTÍNEZ DE CAMINO. Estas palabras son para que tengan mucho cuidado con esta persona y se mantengan alejados. MUCHO OJO.

Me indicó 5 días para tres baños, le deposite el 60 % estuvieron una semana y no alcanzaron a terminar ni dos baños, pintaron y mancharon las puertas, cerámicas rotas y chuecas, sin luces instaladas, un inodoro no se puede ocupar.

Ya no necesito el trabajo persona que llamo fue amable.

Vino el especialista al departamento, tomó medidas, dio ideas y nunca más apareció ni llamó.

No llevé a cabo el arreglo por eso no lo contacté.

No quisieron contratar un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros y/o la propiedad, la respuesta fue si lo quiere contratelo usted pero con nuestra compañía de seguros, el presupuesto fue aceptable, pero su actitud de negociar el contrato fue nula, fue tómelo o déjelo, así que lo deje.

Muebles Catalán; su dueño, Antonio Catalán efectuó un buen trabajo, rápido y a un precio razonable. Lo recomiendo, por cuanto cumplió con los plazos acordados y el mueble requerido.